Kevin Carter fue un fotógrafo sudáfricano
ganador del premio Pulitzer de 1994. Curtido profesionalmente en los
conflictos raciales ocurridos a finales de los ochenta y principios de
los noventa en su Sudáfrica natal, con la llegada de Mandela a la
presidencia y la instauración de la democracia, Carter se trasladó a
Sudán.
Allí está tomada esta fotografía, donde
puede verse a una niña moribunda, rendida por el hambre, siendo acechada
por un buitre que espera impasible el amargo final.
Durante 20 minutos, Carter estuvo tomando
fotografías, sabedor de que una de esas imágenes valía un gran premio. Y
estaba en lo cierto. Cuando terminó, recogió sus instrumentos y siguió
su camino. Pero esa fotografía le perseguiría el resto de sus días,
cuando se quedaba sin palabras cuando le preguntaban qué había hecho
para ayudar a la niña.
Sólo dos meses después de recibir el
Pulitzer, Kevin Carter se suicidaba en Johannesburgo. John Carlin,
periodista británico y conocido de Carter, escribió: “La cámara funciona
como una barrera que lo protege a uno del miedo y del horror, e incluso
de la compasión”.
0 comentarios:
Publicar un comentario